Tesoros del Palau

La guitarra

La escuela de guitarra española está representada por un conjunto muy interesante de ediciones locales y extranjeras, así como de escritos didácticos

Manuscrito autógrafo de Francisco Tárrega

Cuando Francisco Tárrega (1852-1909) empezó a estudiar guitarra con Julián Arcas, la popularidad e importancia de este instrumento había perdido mucho terreno en favor del piano. La brillante trayectoria de Tárrega como concertista por toda Europa contribuyó a revitalizarlo.

Si bien su producción se enmarca a menudo en el ámbito de la música de salón, debe mencionarse que ha llegado a tener un eco internacional nada despreciable. Tárrega creía indispensable dar a la guitarra un repertorio adecuado y transcribió un número muy importante de pequeñas obras de autores románticos y en especial de Albéniz y Granados, de quien era amigo.

Tárrega se inclinó sobre todo hacia la composición de pequeños preludios, concebidos casi como breves estudios de expresión y de fraseo, a los cuales el propio músico no dio demasiada importancia; normalmente los trasladaba al papel tras interpretarlos varias veces. El goteo melódico y el uso predominante de formas monotemáticas o binarias simples les dan un carácter de improvisación. Instalado en Barcelona desde 1881, llevó una vida retirada y exclusivamente dedicada a su instrumento y a la pedagogía.

Son pocos los manuscritos autógrafos que se conocen de Tárrega; el que se conserva en la Biblioteca del Orfeó Català es el Preludio en La menor núm. 2, dedicado a otro guitarrista y alumno suyo, Miquel Llobet (1878-1938). En esta obra se encuentran modulaciones cromáticas poco frecuentes en su música; de este modo quería destacar las inclinaciones creativas de su joven discípulo. En el ángulo inferior derecho del verso se encuentra un fragmento de un estudio.