Tesoros documentales del CEDOC
Escuela de tecla hispana
Las recopilaciones de música para tecla de Domenico Scarlatti, Antoni Soler, Vicente Rodríguez o Joaquín Montero muestran el desarrollo y la destacada vitalidad de la escuela de tecla hispana durante el siglo XVIII.
Sonatas de Domenico Scarlatti
Hijo del gran compositor Alessandro Scarlatti, Domenico Scarlatti (Nápoles, 1685-Madrid, 1757) entró en 1709 al servicio de María Casimira, reina de Polonia, que mantenía una pequeña corte en su exilio romano. Compuso para ella oratorios y óperas. Tras la muerte de ésta, el 1715 formó parte, durante un tiempo, de la Capella Giulia, para luego, en 1719, convertirse en maestro de capilla del rey Juan V de Portugal. Asimismo enseñó música a su hija María Bárbara, remarcable intérprete, a quien el padre Giambattista Martini dedicó su monumental y erudita obra Storia della musica, publicada en 1757. En 1729 Domenico Scarlatti acompañó a María Bárbara a España cuando ésta se casó con el príncipe de Asturias, Fernando, hijo de Felipe V, que accedió al trono en 1746. Scarlatti hizo toda su carrera en la corte española, junto al ilustre Farinelli.
En 1738 se publicó en Venecia la primera gran selección de sonatas dedicada a Juan V, impresa por Fortier bajo el título de Essercizi per Gravicembalo di Don Domenico Scarlatti Cavaliero di S. Giacomo e Maestro dè Serenissimi Prencipe e Prencipessa delle Asturie etc. En el prólogo, Scarlatti precisa que la letra D designa la mano derecha, y la M, la mano izquierda.
El presente manuscrito, fechado en 1740, contiene, en la primera página, la copia de las sonatas XVI a la XXIX de los Essercizi y da testimonio de su rápida difusión tras su publicación. De ejecución esmerada (cada página viene enmarcada por un filete rojo), fue elaborado por un solo copista, probablemente español.

Libro de tocatas para címbalo de Vicente Rodríguez
El 1 de junio de 1713 Vicente Rodríguez (Onteniente, 1690-Valencia, 1760) fue nombrado organista interino de la catedral de Valencia tras la muerte de Juan Bautista Cabanilles y, después de ganar un concurso el 1 de abril de 1715, se convirtió en su sucesor. Los archivos de la catedral conservan de él dos misas y el salmo Laudate Dominum omnes gentes.
Este precioso manuscrito representa la suma de su obra para teclado, es decir treinta sonatas (así lo indica el título de cada pieza) y una Pastorela sobre un ritmo en 6/8. Tal y como anuncia la primera página, las sonatas están ordenadas progresivamente por tonalidades y, a su vez, por modos mayor y menor (sonatas 1 y 2, Re menor; 3, 4 y 5, Re mayor; 6, Mi bemol mayor; 7 y 8, Mi menor; 9 y 10, Mi mayor; 11, 12, 13 y 14, Fa mayor; 15, Fa sostenido menor; 16, 17 y 18, Sol menor; 19, La bemol mayor; 20, La menor; 21 y 22, La mayor; 23 y 24, Si bemol mayor; 25, Si menor; 26, Si mayor; 27 y 28, Do menor; 29, Do mayor; 30, Re bemol mayor).
La escritura pone de manifiesto una búsqueda de virtuosismo. Tanto en la forma −en general, la de una sonata con dos partes y monotemática− como en los procedimientos técnicos, estas piezas reflejan la nueva influencia del estilo de Scarlatti y del Padre Soler. Rodríguez, por ejemplo, se complace en jugar con el sistema de manos cruzadas (D, mano derecha; M, mano izquierda). La primera sonata, en tres movimientos −vivo-lento-vivo− y de estilo muy brillante, se inscribe en la gran tradición de las tocatas para teclado de escuela valenciana, de la que el autor tuvo ocasión de tomar modelo junto a Cabanilles o Prada, mientras perfeccionaba la técnica del teclado.
Se trata de un manuscrito oblongo, con encuadernación estampada en caliente y guardas doradas cinceladas con flores. En la primera página figura un ex libris de Juan B. Tomás y se hace mención de donación de este manuscrito al Orfeó Català por parte de Eduardo L. Chavarri; Valencia, 15 de octubre de 1929.

Sonatas de Joaquín Montero
Esta edición impresa, ejemplar único conservado de estas piezas para clave o pianoforte de Joaquín Montero (Sevilla?, ca. 1740-ca. 1815), está dedicada a la Real Sociedad Bascongada. Esta sociedad estaba emparentada con la Sociedad Económica Bascongada de los Amigos del País, que financiaba la Academia de Música de Sevilla, atendida por el administrador general de Andalucía Pablo de Olavide. En este marco, una veintena de ilustres invitados, entre ellos Joaquín Montero, escuchaban las novedades musicales italianas y francesas.
Lo poco que se sabe de la carrera musical de Joaquín Montero lo vincula a este cultivado círculo sevillano. La portada de esta obra indica que era organista de la iglesia parroquial de San Pedro Real en Sevilla.
La obra de Montero es conocida por dos importantes colecciones: el manuscrito de la Biblioteca Nacional de Madrid, que contiene diez minués para pianoforte, y la presente edición. Montero también dejó dos obras teóricas: un Compendio armónico (Madrid, 1790) y un Tratado teórico-práctico sobre el contrapunto (Manuscrito, 1815).
Las seis sonatas aquí recogidas presentan, todas ellas, dos movimientos fuertemente opuestos, no solamente por el ritmo, sino también por la técnica empleada. Los movimientos lentos, generalmente “Adagio”, ponen en manifiesto su calidad melódica de gran belleza, mientras que los movimientos rápidos requieren una gran virtuosidad por parte del intérprete y hacen sonar los registros del instrumento con escalas y arpegios. A medio camino entre el estilo barroco y el clásico, estas Sonatas dan testimonio de la llegada del pianoforte a España.

Cuaderno de sonatas de Antoni Soler y Carles Baguer
Cuaderno apaisado de 20 folios, con encuadernación moderna, contiene quince piezas para tecla y fragmentos de otras tres obras. El primer folio hace de portada, bajo el siguiente título: “Sonatas del Pe fray Antonio/ Soler que hizo para la diversión/ del Sereníssimo Señor Infante Don/ Gabriel Obra 7ª y 8ª año 1786/ Joseph Antonio Terrés/ 1802”. No ha podido determinarse la identidad de Joseph Antonio Terrés, quizá se trataba de un aficionado que recopiló o utilizó la colección a comienzos del siglo XIX.
En realidad sólo la primera parte del cuaderno contiene obras de Antonio Soler (Olot, Girona, 1729-El Escorial, Madrid, 1783). Son tres sonatas y un rondó que, junto con una sonata anónima copiada tras el rondó, fueron editadas por Samuel Rubio como sonatas o movimientos de sonata de Soler (sonatas 58, 59, 60, 83 y 99 de la edición de Rubio, 1958-62). Como se indica en el título del manuscrito, estas piezas parecen ser parte de las que Soler dedicó al infante Don Gabriel, hijo de Carlos III (a quien tuvo por alumno desde 1766), pero la fecha de 1786 que consta en la portada no puede ser la de composición de las piezas, ya que Soler había fallecido tres años antes. En los folios (9-20) del cuaderno hay seis sonatas de Carles Baguer (Barcelona, 1768-Barcelona, 1808), editadas por María Ester-Sala (1976), además de un rondó de ese mismo autor, otro de “Venti” (quizás algún compositor italiano) y dos rondós anónimos. Esta fuente es un interesante ejemplo de convivencia de repertorio originado en Barcelona (en cuya catedral fue organista Baguer) con obras procedentes del entorno de la corte (las de Soler) y con piezas de compositores probablemente italianos (como la de Venti).
