Tesoros del Palau

Por nuestra música

Un momento capital de la historia de la música catalana se encuentra representado por el fondo de manuscritos autógrafos de Pep Ventura, rico en partituras de sardanas. Gracias a las campañas para recoger testimonios vivos de la música popular catalana, se publican cancioneros o se editan obras musicales destinadas a los jóvenes.

Sardana sobre motivos del Faust de Pep Ventura

Esta sardana está escrita para la formación instrumental específica catalana, la cobla, compuesta aquí de diez partes de instrumentos de viento: tible 1 y 2, tenora 1 y 2, trompeta 1 y 2, flabiol, trombón 1 y 2, y bajo (pero no contrabajo). Tible, tenora y flabiol son instrumentos típicamente catalanes. La tenora fue introducida, según la tradición, por Pep Ventura en 1840. La estructura corresponde a una progresión de compases de ocho en ocho. Tras una introducción a dos tiempos, el ritmo se fija en 6/8, esquema que Pep Ventura (Alcalá la Real, Jaén, 1817-Figueras, 1875) legaría a sus sucesores.

Al principio del segundo sistema se reconoce la introducción “tempo di marcia” del célebre coro de los soldados extraído de Faust de Charles Gounod: “Gloire immortelle de nos ayeux, sois-nous fidèle.” El tema, cuyo texto original podría hacerse eco del espíritu patriótico catalán, será expuesto con gran claridad en la parte de tenora, en el compás número ocho. El estreno de esta ópera −el 18 de marzo de 1859, en el Théâtre Lyrique de París (en 1864 en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona)− permite datar este manuscrito en los comienzos de la década de 1860.

La sardana gozaba de mucho éxito como danza colectiva (se baila formando círculo), sobretodo en el Empordà. Con esta obra, Ventura se suma a la práctica musical −muy de moda en su época− de incorporar fragmentos de ópera en las piezas bailables. José María Ventura Casas era hijo de militar y se casó, en 1837, con la hija del maestro de la cobla de Figueres, formación de la que tomó la dirección en 1848. Músico autodidacta, Ventura dominaba los distintos instrumentos de la cobla, que enriqueció con otros instrumentos. Compuso cerca de un centenar de sardanas e innovó el género, fijando su estructura. Su participación, en 1860, en la recepción oficial ofrecida en Montserrat a la reina Isabel II consagró su fama y marcó el reconocimiento de su papel en la Renaixença catalana.

El Legado Pep Ventura de la Biblioteca del Orfeó Català es donación del su hijo, Benet Ventura.