Tesoros del Palau

Por nuestra música

Un momento capital de la historia de la música catalana se encuentra representado por el fondo de manuscritos autógrafos de Pep Ventura, rico en partituras de sardanas. Gracias a las campañas para recoger testimonios vivos de la música popular catalana, se publican cancioneros o se editan obras musicales destinadas a los jóvenes.

Fiesta de la Música Catalana

Desde su inicio, el Orfeó impulsó un corpus de música coral de inspiración catalana, que se concretó en la armonización de melodías tradicionales y/o populares, en la extensión de las armonizaciones literales en el terreno de la glosa libre sobre temas populares y en la creación de un género original, el poema coral de inspiración catalana, cuyo paradigma podrían ser las composiciones corales de Antonio Nicolau (1858-1933) sobre poemas de Jacint Verdaguer. Para promover este repertorio y facilitar la búsqueda de nuevas melodías, el Orfeó convocó las Fiestas de la Música Catalana (a imitación de los Jocs Florals), celebradas los años 1904, 1905, 1906, 1908, 1911, 1915, 1917, 1920 y 1922, primero en el Teatre Novetats y desde 1908 en el Palau de la Música Catalana. El año de su última edición, el 6 de enero de 1922, tuvo lugar la sesión inaugural de la Obra del Cançoner Popular de Catalunya, para dar curso a una propuesta que el científico y mecenas Rafael Patxot había formulado a Lluís Millet, proponiéndole que el Orfeó aceptara la dirección de la obra, que tendría por objeto “configurar un corpus musical de todas nuestras canciones populares: las que ya están publicadas, las muchas que existen recogidas pero que siguen inéditas, las que aún se ignoran, debido a que deambulan retraídas por nuestros lares…”. Un consejo consultivo, presidido por Felip Pedrell e integrado por representantes del Arxiu d’Etnologia i Folklore, el Centre Excursionista de Catalunya, el Institut d’Estudis Catalans, el Orfeó Català y la Fundació Rabell i Cibils, se ocuparía de la orientación global de la labor, en sus inicios.