Pau Barceló i el espectáculo revelado

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27 de mayo de 2022
Exposiciones

Este 24 de mayo presentábamos en la Sala de Ensayo del Orfeó Català la última exposición producida por el CEDOC. Después de dar a conocer a intérpretes, compositores y otras temáticas musicales, relacionadas con nuestros fondos, era el turno de quien podríamos llamar “el fotógrafo de la música”: Pau Barceló.
Pau Barceló fue un músico sencillo, sobre todo generoso, y un gran profesional, un fotógrafo al servicio de la cultura catalana, que no ahorraba horas de trabajo para conseguir los objetivos. Su personalidad entrañable y alegre se reflejó de forma paralela a su estilo profesional, sin estridencias ni contrastes, sin ángulos ni puntos de vista atrevidos, y construyendo un lenguaje fotográfico cercano, en el que lo más relevante era documentar el evento y sus actores.

En el Palau de la Música, Barceló trabajó desde finales de los años sesenta hasta su muerte, tarea que dio como resultado un fondo de más de cinco mil imágenes que conservamos en los fondos del CEDOC, entre ellos el fondo fotográfico de la "Revista Musical Catalana", que ingresamos en 2019, y que guarda más de mil imágenes del fotógrafo.

La mayoría de estas fotografías se enmarcan en las programaciones musicales que realizaban anualmente entidades como el Patronato Pro-Música, vigente entre los años 1958 y 1984, y también el Festival Internacional de Música de Barcelona, ​​entre los años 1963 y 1987. Fueron unos momentos de gran efervescencia musical, que le permitieron conocer y retratar en primera persona a grandes directores, compositores e intérpretes, tanto internacionales como de nuestro país.

A la hora de plantear la exposición, pensamos que estaría bien poder dedicarla a una serie de ámbitos que explicaran los diferentes momentos en los que Barceló documentaba los conciertos u otros momentos con los intérpretes y compositores fuera del escenario , y de ahí surgieron seis áreas temáticas que constituyen el discurso expositivo a partir del cual se ha hecho una elección de 116 imágenes que se puede ver en la muestra.

1.El gesto del director. Pau Barceló captó, a través del objetivo de su cámara, las indicaciones de los directores. Sus fotografías inmortalizan cada gesto: cambios dinámicos, rítmicos o expresivos se desprenden de todas estas imágenes

2.Los intérpretes. La expresividad y la forma de hacernos vivir la música para cada intérprete es única y singular, es así como a través de la expresividad física, que podemos ver en los retratos, podemos percibir la intensidad con la que a través del gesto o los ojos, el músico revela su instante sublime donde el tiempo se detiene, y la fotografía nos traslada en ese momento.

3. Tras el Escenario. Entrevistas. Pau Barceló acompañaba a los intérpretes tanto delante como detrás del escenario. Este hecho le permitió captar esos momentos más íntimos y personales de los grandes nombres del panorama musical. En las entrevistas previas y en los postconciertos, el fotógrafo retrató las escenas que el gran público no podía ver y que ahora tenemos la oportunidad de conocer


4. Los coros. Pau Barceló fue testigo de los grandes conciertos corales del Palau de la Música Catalana. La sede del orfeón más emblemático de Cataluña se ha convertido en el escenario histórico tanto del Orfeó Català como del mundo coral.

5. El retrato. El retrato, género por excelencia de todos los tiempos, se convierte aquí en un sello propio por el autor, que supo captar en primer plano o plano general el alma del intérprete en todo su momento vital, captando la grandeza y la personalidad del artista, donde una mirada o una sonrisa vale más que mil palabras.

6. El Punto final. El punto final de un concierto era la última oportunidad de inmortalizar a los músicos en el escenario. La satisfacción del artista versus el agradecimiento del público. Momentos de gratitud recíproca y de gozo inmenso de haber vivido grandes conciertos. Instantáneas de noche inolvidables en la historia del Palau de la Música Catalana

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