
Este mes presentamos esta edición del Requiem de Mozart fechada en 1805 en París, un ejemplar único conservado en la Península de esta edición francesa, fuente muy valiosa que asimismo sirvió para la extensión de muchas otras copias manuscritas de la obra.
Aprovechamos este hallazgo para dar a conocer algunas pinceladas de la recepción de la obra de Mozart en España y de algunas fuentes documentales conservadas. Estas son algunas de las curiosidades recogidas en el libro de Miguel Ángel Marín El “Réquiem” de Mozart. Una historia cultural.
La primera música de Mozart que se escuchó en la Península fue la de cámara, el género que mejor se adaptaba al espíritu ilustrado del momento, así como la música vocal de pequeño formato. Por su parte, la aparición del repertorio sinfónico y la ópera mozartiana tardaría algo más en hacer su aparición en los espacios públicos españoles. Respecto a la obra operística, su recepción todavía siguió un curso más lento, siendo la primera representación escénica en un teatro peninsular Così fan tutte, en elTeatre de la Santa Creu (hoy en día Teatre Principal), en La Rambla barcelonesa en 1798.
En lo concerniente a la música sacra, compuesta en especial a lo largo de la década de 1770, fue llegando también poco a poco, pero la cronología y canales de llegada a España resulta por ahora una incógnita. Respecto a la misa de réquiem, se documentan más de cincuenta fuentes españolas del Requiem, manuscritas o impresas, fechadas en el siglo XIX, aunque sin duda suponen una mínima parte de las que existieron.
En cuanto a los manuscritos editados, se publicaron más de treinta, impresos durante la primera mitad del siglo XIX, en diferentes ciudades, como Leipzig, Offenbach, París, Londres, Viena o Bonn. Frente a unos veinte textos con arreglos impresos, solo se conocen tres ejemplares en partitura, todos ellos surgidos de los talleres de París; dos de la edición de 1805 son los que se refieren al ejemplar conservado en el CEDOC aquí expuesto y otro en Mondoñedo (Lugo), así como una reimpresión veinte años más tarde, conservada en Zaragoza.
Diferentes manuscritos conservados en archivos del norte de España tomaron como modelo las ediciones de París, como los ejemplares de Cervera con copia del compositor Francesc Andreví, de Huesca, Mondoñedo y Zaragoza; en cambio, los manuscritos conservados en Madrid toman como referencia la edición de 1800 de Leipzig.
El próximo 26 de octubre podrá escucharse esta obra interpretada por la Orquestra Simfònica del Vallès y el Cor Madrigal, bajo la dirección de Dani Espasa, en la programación del Palau de la Música Catalana. Sin duda, es una de las obras más profundas e impactantes de la historia de la música.