Los elementos decorativos del Palau y los rastros documentales

23 de febrero de 2021
#descubrimoslosfondos

Tanto en el interior como en el exterior del Palau, se aglutinan diversas técnicas artísticas como la cerámica, la forja, la escultura aplicada, los pavimentos o los vitrales. Son la plasmación de la excelencia en el detalle de la obra diseñada y dirigida por el arquitecto modernista Lluís Domènech i Montaner.

Como testimonio documental de aquellas aportaciones artísticas, el CEDOC conserva facturas y recibos de aquellos proveedores recogidas en los expedientes de la construcción del Palau. Estos documentos permiten saber el coste y los materiales empleados y qué artistas y talleres participaron en la construcción del Palau. Entre ellos destacan nombres y talleres como los de la casa Rigalt Granell & Cia en cuanto a la elaboración de los vitrales, o el taller E. F. Escofet encargado de suministrar las baldosas hidráulicas. Nombres propios son también los de los mosaiquistas Mario Maragliano y Lluís Bru, o los de los escultores Miquel Blay, Dídac Massana y Pau Gargallo, entre otros muchos artistas y artesanos.

Muestra de toda esta actividad el fondo histórico del Orfeó Català conserva una gran cantidad de facturas, recibos y liquidaciones de los trabajos y materiales empleados, que presentaban estos artistas una vez terminado su trabajo, y que nos permiten observar en detalle en qué lugares o elementos del Palau intervinieron, entre ellos destacamos:

Una factura del taller Rigalt Granell & Cia donde se detalla el recuento de los vitrales elaborados por los ventanales del primer piso. Esta casa fue la encargada de proveer los vitrales modernistas de la sala de conciertos, donde destaca principalmente la gran claraboya central en forma de luz invertido. La superficie vidriada de los muros de la sala es de una gran riqueza cromática y en la decoración abundan los elementos florales.

La popular casa barcelonesa E. F. Escofet fundada en 1886 por Jaume Escofet y Milà estaba especializada en pavimento hidráulico, una técnica que se convertía en una metáfora de las alfombras de los interiores de las viviendas del Ensanche barcelonés y de muchos otros lugares de nuestro país. Escofet, colaboró en el alicatado del Palau de la Música y en los dibujos de sus mosaicos colaboró directamente Lluís Domènech i Montaner. Aquí podéis ver una factura que emitieron durante su participación, en ella se puede observar con todo detalle las piezas que iban colocando cada día identificadas con una letra y número, los metros que ocupaban, y el coste detallado de cada parte, aspecto que nos informa sobre en qué momento se aplicó el pavimento y el espacio que podían hacer en un día.

En cuanto a los mosaicos, los dos nombres que destacan por su trayectoria y colaboración conjunta con Lluís Domènech i Montaner son los de Mario Maragliano y Lluís Bru. El primero, a partir de su factura podemos saber con detalle todos los fragmentos y las partes de mosaico en el que colaboró. En la factura que te mostramos se especifican trabajos en las flores del techo, el techo del primer piso, dos vueltas de la fachada, y los vestidos de las musas del escenario, entre otras intervenciones. Por su parte, Lluís Bru fue el autor de varios mosaicos como el friso de la fachada exterior donde están representados los cantantes del Orfeó Català o también de las columnas del balcón del Palau, como así queda constancia en la factura que puede observar a continuación.

En los trabajos de escultura aplicada aparecen tres grandes nombres en la documentación conservada en el CEDOC, uno de ellos es Miquel Blay, autor del conjunto escultórico de la esquina del edificio donde está representada la alegoría de la canción popular catalana. De su colaboración conservamos un recibo del salario que cobró por el trabajo.

Los otros dos grandes nombres son Dídac Masana y Pau Gargallo, autores de los trabajos de la embocadura del escenario donde predomina el trabajo de Massana pero que acabó seguramente Gargallo. En un recibo de Dídac Masana encontramos anotaciones correspondientes a diversos trabajos escultóricos como la ya citada embocadura del escenario, los florones de la escalera principal, capiteles de columnas o los caballos alados Pegaso de la parte superior al final de la sala. Y por parte de Pau Gargallo, si nos fijamos en la fecha del recibo que conservamos, son posteriores a la inauguración del Palau y hacen pensar que fue contratado para terminar el proyecto.

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