Kurt Schindler y la difusión de la música catalana en Nueva York

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8 de marzo de 2021
#descubrimoslosfondos

Uno de los puntos fuertes del Orfeó Català ya desde finales del siglo XIX fue su relación con otros países, contribuyendo así a la difusión de la música catalana. Así Lluís Millet, sus colaboradores y personalidades cercanas al Orfeó estuvieran siempre receptivos a conocer que se estaba haciendo en toda Europa, acudiendo también en varios congresos internacionales como el de Viena o Brujas, así como el impulso del Orfeó en actuaciones en tierras extranjeras como París y Londres. Todo ello favoreció que Lluís Millet o Francesc Pujol, entre otros miembros cercanos al Orfeó como Antoni Nicolau, establecieran un intercambio de impresiones con el mundo de la música con otras personalidades internacionales como Richard Strauss, Albert Schwitzer, Charles Bordes, Vincent de Indy, o el caso de Kurt Schindler a quien queremos dar a conocer a través de algunos documentos que se conservan ens nuestros fondos documentales. Schindler fue una personalidad enigmática con una intensa trayectoria profesional dedicada a la recuperación de la música popular de otros países entre otras muchas facetas.

Kurt Schindler (Berlin 1882 - Nueva York 1935), músico alemán de nacimiento, fue pionero en realizar trabajos de campo en los años 20 y 30 en la búsqueda de música popular. Había dirigido la ópera de Stuttgart y Wurzburgo desde muy joven, y poco después se trasladó a los Estados Unidos de América, fundando el coro MacDowell en 1909 convirtiendose tres años después en la  Schola Cantorum de Nueva York, la cual dirigió hasta el 1926. Schindler fue el primer recopilador extranjero de folclore español en nuestro país, en España, recorrió todas las regiones, recopilando un extenso repertorio de música popular durante el periodo de entreguerras. Sus trabajos de campo comenzarán el verano de 1920, y se alargaron hasta 1934 estableciendo viajes anuales. Schindler estaba interesado en la canción popular española como fuente de inspiración para la composición de música de concierto.

Su primer campo de investigación  fue en Odesa (Ucrania) entre 1911 y 1916 donde recopiló también gran cantidad de canciones folclóricas rusas e hizo cuatro ediciones, algunas de ellas las dio a conocer al maestro Millet y fueron interpretadas numerosas veces por el Orfeó Català como el caso de Kalinka o La núvia malhaurada, que las encontramos dentro de la programación del Orfeó en incontables ocasiones.

Antes del inicio de la investigación en el terreno español y más concretamente en Barcelona en 1919, Schindler ya conocía la obra de Millet y su repertorio, gracias al viaje artístico que había hecho el Orfeó en 1914 a París y Londres. Así pués, el interés que tenía Schindler en dar a conocer esa música catalana en América, lo llevó a contactar por carta con el maestro Millet en 1917, para que este le diera acceso a muchas de las obras de músicos catalanes que él quería dar a conocer en Nueva York, unas obras que a veces Schindler hacía su propio arreglo para su coral, y que muy a menudo también cantaban en catalán. Aquella primera carta de 1917, Schindler le comenta a Millet que estaba preparando un concierto en Nueva York para enero de 1918, y le comenta que dentro del programa quería introducir unas canciones catalanas como: La mort de l’EscolàDon Joan i Don RamonSota de l’Olm, Els tres tambors i Canço de Nadal, y además quería añadir al programa música religiosa antigua también procedente de España. Schindler le dice a Millet que le ha abierto todo un nuevo mundo musical y califica la música catalana como poderosa, noble, y llena de delicadeza y de encanto. Se inicia así un intercambio de partituras entre el maestro Millet y Schindler para que las interpretaran en sus respectivas corales.

Asimismo y tal y como podemos ver en algunos programas que conservamos de la Schola Cantorum de Nueva York, Schindler no sólo se dedicó al estudio y recopilación de música popular sino, también a la interpretación de música hispánica antigua del renacimiento, por eso también estuvo en contacto con Felip Pedrell que le facilitaría la transcripción de mucha de esta música que después se interpretó en Nueva York. Este es el caso de la obra El plany a la Verge incluida dentro del Misteri d'Elx, que Schindler utilizó a partir de una transcripción de Pedrell. Asimismo también en nuestro fondo se conserva una edición de 1918 publicada en Nueva York de la obra El Comte Arnau, donde Schindler la dedica con toda admiración al maestro Pedrell.

La amistad entre Schindler y Millet y otros miembro de la Junta del Orfeó como Francesc Pujol con el que también se conserva correspondencia, se fortalizó con los años, hasta el punto que el 26 de junio de 1919 se le dedicó un concierto con motivo de su primera visita a Barcelona, y en julio de 1922 fue nombrado presidente del jurado de la IX Festa de la Música Catalana. Con motivo de la fiesta y aprovechando la presencia del maestro, se celebró tambien en homenaje y agradecimiento a Schindler un banquete en el parque de atracciones Turó Park con todos sus amigos y admiradores.

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