
Nos sumergimos en uno de los tratados de mayor difusión del siglo XVIII y que causó gran polémica al poner en duda las afirmaciones de los grandes teóricos, como Euler, Rameau, Tartini, Martini, criticando asimismo a Pitágoras y Boecio; una verdadera revolución y una nueva forma de considerar la música, alejada de lo matemático y proyectando en ella sus convicciones filosóficas y sensualistas que la consideran procedente del instinto al igual que el lenguaje.
Nos referimos a un tratado de Antoni Eiximeno dedicado a María Antonia Walpurguis de Baviera, viuda del príncipe de Sajonia, relacionada con la asociación literaria Accademia dell’Arcadia de Roma, por lo tanto una princesa de aficiones muy cultas que incluso llegó a componer música.
Esta edición es la primera realizada en italiano, impresa en Roma en 1774, con un total de 486 páginas y anexos musicales. Unos años más tarde, en 1796, el libro fue traducido al español por Francisco Antonio Gutiérrez en tres volúmenes, para la Imprenta Real de Madrid.
Antoni Eiximeno i Pujades nació en Valencia, en 1729. Fue educado en el Seminario de Nobles de su ciudad. Tras ingresar en el orden de San Ignacio, es nombrado profesor de retórica y poética en dicho seminario valenciano y en la universidad de la misma ciudad. Enseñó asimismo matemáticas en el colegio de San Pablo.
Posteriormente se traslada a Roma, donde estudió historia, estética y teoría musical. A punto de abandonar las inclinaciones musicológicas, la audición de la obra Veni Sancte Spiritus de Niccolò Jommelli, interpretada en San Pedro por la Capilla Pontificia, lo lleva a cambiar su pensamiento y empieza a indagar en las teorías musicales sobre los principios del arte de los sonidos y sobre la metodología de los tratadistas de su tiempo y épocas pretéritas. Llegó a considerar que la música nada tenía que ver con las matemáticas, sino con unas reglas que podían fijarse sin números ni proporciones. Así empezó la elaboración del presente tratado, donde afirmaba que la música no podía limitarse a la disciplina de las matemáticas. Tanto música como lenguaje verbal son creación del instinto humano, con la música como una modificación prosódica de la lengua.
La publicación del tratado causó una gran polémica y las reacciones no se hicieron esperar. La proyección de este sensualismo en la música frente al racionalismo alentaba la revolución de enfrentarse a teorías de una vigencia de muchos siglos. Los expertos italianos recibieron la obra con gran hostilidad y como un atrevimiento imperdonable.