Antoni Soler i Ramos, un compositor catalán en el monasterio de El Escorial

3 de diciembre de 2019
#descubrimoslosfondos

Sonatas del Pe. Fray Antonio Soler que hizo para la diversión del Sereníssimo Señor Infante Don Gabriel, obra 7ª y 8ª. 1802. CEDOC 1.5.1 Ms. 58

El 03 de diciembre de 1729 se tiene constancia del bautizo en Olot de Antoni Soler. Considerado uno de los máximos representantes de la escuela de tecla hispana durante el siglo XVIII, es una de las principales personalidades de la historia de la música catalana y española a caballo de los estilos musicales del Barroco y el Clasicismo.

Formado en la escolanía de Montserrat, consiguió sólo con 17 años la plaza de maestro de capilla en la Seu de Lleida; algunas fuentes apuntan que pudo ejercer también en la catedral de la Seu d’Urgell. En 1752 fue admitido como monje jerónimo en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial por sus cualidades como compositor y organista. Pronto su fama hizo que Domenico Scarlatti y José de Nebra, accedieran a darle clases completando una formación de alto nivel.

Estos contactos con la corte de Madrid se tradujeron en el encargo real de responsabilizarse de la formación musical del infante Gabriel de Borbón, hijo de Carlos III de España. Para Gabriel compuso gran parte de su obra instrumental: las sonatas para clavicémbalo y los cinco conciertos para dos órganos. En el Centre de Documentació de l’Orfeó Català (CEDOC) tenemos como testigo de estos hechos, la custodia del "Cuaderno con sonatas de Antoni Soler y Carles Baguer", un cuaderno apaisado de 20 folios, de encuadernación moderna, con quince piezas para tecla y fragmentos de tres otras obras. El primer folio hace de portada con el título: "Sonatas del Pe fray Antonio / Soler que hizó para la diversión / del Serenissima Señor Infante Don / Gabriel Obra 7ª y 8ª año 1786 / Joseph Antonio Terrés / 1802". En realidad sólo la primera parte del cuaderno incluye obras de Antoni Soler; son tres sonatas y un rondó que, junto con una sonata anónima copiada después del rondó, fueron editadas por Samuel Rubio como sonatas o movimientos de sonatas de Soler (sonatas 58, 59, 60, 83 y 99 de la edición de Rubio, 1958-62). Tal como indica el título del manuscrito, estas obras parecen parte de las que Soler dedicó a Don Gabriel, a quien tuvo por alumno desde 1766. En el siguiente enlace podéis ver el documento digitalizado: https://bit.ly/35X5IsP 

Es en las sonatas donde Soler alcanza la cima de la relevancia musical de su época, con composiciones extraordinarias que destacan por sus componentes pedagógicos y de entretenimiento, además, sus composiciones tienen la peculiaridad de que no se puede identificar claramente el instrumento de tecla a que estaban destinadas para ser interpretadas.

Antoni Soler tuvo una actividad importante en otros ámbitos, donde por ejemplo hay que apuntar su afición por las matemáticas, ámbito que quiso aplicar a la vertiente musical tanto para lo que se refiere a su obra teórica, como para la construcción de un instrumento propio de tecla y cuerda que llamó afinador o templante.

De su extensa obra teórica, destaca sin duda "Llave de modulación" (1762) –en el CEDOC conservamos una primera edición-, tratado importante sobre la teorización de la modulación e innovador por sus reflexiones sobre la creación artística y la teoría musical. Soler, rompiendo con los cánones más tradicionales, se decanta en su tratado a favor de las libertades moduladoras en la música de su tiempo. En este enlace se puede descargar el tratado "Llave de modulación" de Antoni Soler: https://bit.ly/2rLyWfF